La tarjeta de visita: ¿anticuada o no?

En tiempos de las redes sociales, ¿tiene aún sentido repartir tarjetas de visita? Podemos preguntárnoslo en algún momento, y sería fácil llegar a la conclusión de que este elemento haya efectivamente pasado de moda. Sin embargo, la tarjeta de visita tradicional guarda un interés real por poco que uno se moleste en tenerla actualizada. Presentación de las ventajas de la tarjeta de visita profesional y de las maneras de convertirla en un instrumento efectivo y original de comunicación.

La tarjeta de visita, aún de actualidad

Durante mucho tiempo, la tarjeta de visita ha sido exclusiva de los jefes de empresa. Con la omnipresencia de los medios de comunicación en línea, la utilidad de este objeto se ha puesto en cuestión.
Sin embargo, continúa siendo el mejor objeto físico que puede servir de intermediario entre dos personas. En el mundo de la empresa tradicional o entre los pequeños emprendedores sigue constituyendo un soporte de elección que permite presentarse de forma instantánea y ede poner en valore una empresa, mediante un diseño, un logo y unos colores estudiados. La tarjeta de visita contiene la identidad de la empresa así como informaciones que pueden utilizarse en el universo digital.

¿Tu prioridad? ¡Sorprender!

Las tarjetas de visita constituyen un medio ideal de desmarcarse y de dar fe de la voluntad de innovación de una empresa. Deben poseer un auténtico valor añadido por medio de un logo destacado o de una frase o lema con función de firma. Las tarjetas de visita pueden tener un impacto real sobre un interlocutor y ayudar a diferenciarse. Entregar en mano un objeto original como una tarjeta de visita de diseño de Plexiglás o una tarjeta de madera para las sociedades sensibilizadas con las problemáticas del desarrollo sostenible son ejemplos pertinentes. También se pueden considerar tarjetas de visita de formas sorprendentes o que incorporen un chip NFC que permita presentar informaciones de contacto en un Smartphone.

Lejos de estar anticuada, la tarjeta de visita personalizada y modernizada es un instrumento efectivo de comunicación, capaz de ensalzar los valores de una empresa.